Es curioso, pero cuando nace un hijo nadie le pregunta al padre si sabe dar un biberón o cambiar un pañal, tampoco se le ocurre a nadie hacerle una pericial psicológica para ver si ese padre es apto o no, ni se le hace una pericial psiquiatrica para ver si ese padre tiene algún trastorno mental que pueda suponer un riesgo para el recién nacido.
De forma que, cuando nace un niño, automáticamente se le otorga al padre la patria potestad –en Aragón «Autoridad Familiar»– y la guarda y custodia compartida de ese menor, aunque ese padre sea un peligro para su hijo.
Prueba de lo expuesto en el párrafo que antecede es que en este país nos podemos encontrar con enfermos mentales, adictos a todo tipo de sustancias e incluso maltratadores que tienen no solo la patria potestad, sino también la guarda y custodia compartida de sus hijos.
Estos padres no le preocupan al Ministerio Fiscal ni a los jueces, ya que mientras no se les ocurra divorciarse no hay problema… ¿Y los niños? Los niños no importan mientras los padres no se divorcien.
Sin embargo, cuando un padre decide divorciarse, o lo divorcian, todo cambia, se convierte en un sujeto sospechoso, se pasa de la certeza a la duda y, en muchos casos, de la duda a la sospecha.
Ese padre que era normal y corriente, que cuidaba de su hijo, que jugaba con él, que hacía los deberes con él, ese padre del que nadie dudaba de sus capacidades y de su amor incondicional hacia su hijo, automáticamente se convierte en un sujeto sospechoso que tiene que demostrar sus capacidades –capacidades, por otro lado, adquiridas y demostradas a lo largo de los años–.
Pero lo que haya hecho a lo largo de los años de crianza de nada sirve, nada importa. Como ha decidido divorciarse, o lo han divorciado, tiene que demostrar que es apto, que no tiene ninguna «tara» y, sobre todo, que no es un riesgo para el menor.
Porque no se lo pierdan, muchos padres, no vamos a decir ejemplares, simplemente normales, cuando se divorcian se convierten en un riesgo para el menor; sí, sí, como lo leen, un riesgo del que hay que proteger al niño.
Y lo peor de todo es que a muchos de esos padres, aunque demuestren que no tienen ninguna patología ni trastorno, no les va a servir de nada, ya que no se les va a dar la custodia ni compartida ni exclusiva ¿Por qué? Por si acaso.
Por si acaso, no sea que les vayan a hacer algo a esos hijos que tanto quieren, porque cuando un padre lucha por un hijo toda cautela es poca. Por esa razón, en la jurisdicción de familia, un día sí y otro también, nos encontramos resoluciones incomprensibles para cualquier mortal.
Resoluciones consecuencia de que algunos/as lumbreras con título universitario bajo el brazo llegan a defender que lo mejor para un menor es que no tenga ninguna relación con su padre, ante lo cual uno se pregunta ¿cómo es posible que, en condiciones normales, haya quienes piensen que lo mejor para un menor es que no tenga relación con su padre?
Y nos hemos acostumbrado tanto a esas resoluciones incomprensibles que, cuando un juez dicta una resolución justa, nos sorprende, cuando esto debería ser lo normal, lo habitual.
Y cuando un fiscal realmente defiende el interés superior del menor, unos dicen que es un valiente mientras que otros pueden llegar a pensar que es un loco.
En estos momentos, ser justos y defender el interés superior del menor de verdad se ha convertido en algo digno de mención, algo heroico.
¿Y SOBRE LOS ABUELOS PATERNOS? TAMBIÉN…
Pero esta sospecha no solo pesa sobre los padres sino que también recae sobre la familia paterna, en general, y sobre los abuelos paternos en particular, de tal forma que cuando un hombre se divorcia, o lo divorcian, a los abuelos paternos se les retira el título de «abuelos» y también pasan a ser sujetos sospechosos –tanto el abuelo como la abuela–.
Hasta el punto que mientras se presume que los abuelos maternos son una ayuda extraordinaria para la madre –se dice que la madre tiene una red familiar de apoyo–, los abuelos paternos pasan a ser considerados unos sujetos incapaces de cuidar a sus nietos, aunque hayan criado a varios hijos y estén cuidando de varios de sus nietos. Prueba de esto último es el caso que a continuación voy a compartir con ustedes.
Hace unos días acudió a mi despacho un padre. Había pedido la custodia compartida y se la habían denegado. Venía a mi despacho porque quería una segunda opinión profesional y ver si un recurso de apelación tenía posibilidades de prosperar.
Cuando empecé a preguntarle datos me contó que trabajaba como enfermero en un hospital y que debido a sus horarios había días en los que no podía atender a su hija por la noche por lo que, algunas veces, la menor tenía que dormir en casa de los abuelos paternos.
Desde un punto de vista estrictamente jurídico me pareció normal que no le dieran la custodia compartida, si no podía atender a su hija cuando le correspondía estar con el teniendo un régimen de visitas, ¿cómo iba a atenderla si le daban la custodia compartida?
Sin embargo, la sorpresa vino cuando me dijo a qué se dedicaba su ex mujer: la señora también era enfermera en el mismo hospital y, para más inri, tenía los mismos horarios que él, razón por la cual muchas noches la menor, cuando le correspondía estar con la madre, tenía que pernoctar en casa de los abuelos maternos.
Es curioso, una circunstancia del padre que en el informe del gabinete psicosocial se citaba como un demérito, como un punto negativo, en el caso de la madre ni se mencionaba, se pasó de soslayo.
No conozco a los abuelos paternos y maternos de esta niña pero, por los datos de que dispongo, intuyo que rondaban la misma edad y estados de salud similares, ante lo cual uno se pregunta, ¿por qué pueden cuidar a una menor los abuelos maternos cuando la madre trabaja y cuando el padre trabaja no la pueden cuidar los abuelos paternos? Imagino la respuesta, por si acaso.
Por si acaso, no sea que esos abuelos paternos les vayan a hacer algo a esos nietos que tanto quieren, porque cuando se trata de dejar a unos menores bajo los cuidados de los abuelos paternos «toda cautela es poca».
CADA DÍA MENOS IGUALES…
Y vendrán quienes nos dirán que todo esto es consecuencia de la lucha por la igualdad. Pero lo cierto es que mienten, no luchan por la igualdad y si lo hacen lo están haciendo muy mal, porque cada día somos menos iguales.
Sí, cada día hombres y mujeres son menos iguales, no porque el hombre tenga más derechos o más privilegios, sino por todo lo contrario, porque el hombre –en lo que a jurisdicción de familia se refiere, no hablemos ya de los juzgados de Violencia sobre la Mujer– no tiene derecho a nada y así nos encontramos a tres tipos de padres divorciados:
a) Los privilegiados, que son aquellos que tienen la custodia compartida –mandan narices que por mantener lo que la vida les dio cuando nacieron sus hijos, haya que decir que son unos privilegiados–.
b) Los visitadores, que son aquellos que tienen un régimen de visitas y, como si sus hijos fueran presos o enfermos, los pueden visitar y estar con ellos unos cuantos días al mes.
Y por último, un colectivo en auge, c) los pagadores, que son los que solo tienen derecho a pagar y callar, y no solo porque la madre no les deje ver a sus hijos, sino porque incluso una resolución judicial acuerda que, en interés de los menores, lo mejor es que no haya régimen de visitas, es decir, que se suspenda o, directamente, se suprima.
Estos últimos, los «pagadores» han hecho que al final haya que considerar afortunados a los «visitadores» ya que al menos, aunque sea poco, pueden ver a sus hijos cuando la madre y la justicia lo permiten.
Pero no solo los hombres y las mujeres son cada día menos iguales. Estas diferencias se extienden también a los abuelos paternos y maternos, de forma tal que los abuelos paternos no tienen los mismos derechos que los maternos, simplemente no tienen derechos. Y así cada día son más los casos de abuelos y abuelas paternos que conozco que han fallecido sin poder despedirse de sus nietos –hablo de nietos ya «creciditos», no de niños de corta edad–, eso sí, en interés superior del menor, no sea que despedirse de su abuelo o abuela paterna les vaya a causar algún trauma.
Sinceramente, no soy un experto en derecho comparado, es decir, no sé cómo está el Derecho de Familia en el resto de países, pero desde luego tengo claro que si en universidades extranjeras estudian lo que está pasando en España en materia de Derecho de Familia tienen que quedarse anonadados.
Es más, si algún día vuelve el sentido común a este país –cosa que dudo–, dentro de 100 ó 200 años, cuando en las universidades se estudie lo que en España era el Derecho de Familia a principios del siglo XXI y lo que muchos padres han tenido que vivir para poder estar con sus hijos, no darán crédito.
Y lo peor de todo es que quienes van a juzgar a jueces, fiscales, abogados, psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales y un largo etcétera de profesionales, son las víctimas de la justicia, los niños de hoy, que al fin y al cabo son los que están sufriendo esas resoluciones incomprensibles de las que les hablaba al principio de este post.
Porque si algo he aprendido como abogado y como padre es que los niños no entienden de leyes; los niños, a pesar de los defectos y virtudes de sus padres y madres, quieren estar con papá y con mamá y, en condiciones normales, lo mejor es que estén con ambos y que sean los menores quienes saquen sus conclusiones.
Cuando la justicia permite o propicia que un niño crezca sin uno de sus progenitores –habitualmente el padre–, el resultado es el mismo que si se le arrancara una extremidad o un órgano a ese menor; podrá crecer y vivir, pero nada ni nadie compensará la falta de ese órgano o extremidad.
Lo que se está haciendo con muchos menores, en nombre del interés superior del menor, es imperdonable y lo cierto es que muchos de ellos cuando sean adultos no nos lo van a perdonar.
Marta dice
Buenas tardes, soy una abuela paterna, de 54 años con un nieto de 4. Sus padres se separaron dos o tres meses antes de nacer el niño, por decisión de la madre y sin explicar motivo alguno. Es decir, mi hijo todavía no sabe el motivo de la separación. Pudo visitar al niño los cuatro primeros meses un par de dias a la semana, como mucho dos dias no mas de media hora o una hora como mucho cada día. Hasta que lo amenazó con denunciarlo por pedirle que le dejase traer el niño un día a casa un par de horas por la tarde ( entre biberón y biberón, no fuera ser que no supiesemos dar un biberón) y a partir de ahí estuvo un año entero sin poder ver a su hijo. Fue mi hijo, el padre del niño, el que tuvo que denunciar para poder ver a su hijo y fijar una pensión de manutención. Pidió guardia y custodia, se pidió pericial psicosocial de ambas partes. Pero no sirvió de nada. Fue una simple entrevista del padre y la madre por separado con una psicóloga y una asistente social, y mi hijo salio de allí convencido de que irian a favor de la madre. No se molestaron en investigar las dudas que se pudieron presentar en la entrevista. La madre tiene la custodia, el padre las visitas. Tanto la madre como una tía materna del niño, no ponen mas que problemas incluso esa tía llego a amenazar al padre del niño. En fin….una lista interminable de problemas para conseguir que un niño tenga la misma relación con su padre y familia paterna que con la de su madre. El niño, adora a su padre, porque cuando están juntos, tiene dedicación exclusiva. Pero a nosotros, los abuelos paternos, no nos quiere. Y nos lo dice abiertamente, porque mama le dice que no nos debe querer porque somos malos……le dice eso a un niño que el próximo mes de agosto cumple 4 años. Que hacemos con todo esto. Como se puede demostrar eso, imposible….ni con todo el dinero del mundo. Una madre es una madre, y la pericial psicosocial solo se día de una entrevista de una hora. Mientras tanto, el padre del niño y sus abuelos paternos, tendremos que esperar a que nuestro nieto sea mayor y creer en su buen juicio. Muchas gracias por su estupendo artículo. Un saludo.
Felipe Mateo dice
Muchas gracias Marta por su comentario, siento mucho que tengan que vivir algo así, paciencia. Un fuerte abrazo
Rosa Blanca Fernández Vega dice
Y que pasa cuando los hijos que no han tenido relación con los abuelos paternos desde su nacimiento,x la nula relación de su padre con su familia y de repente debido a su divorcio tienen que ser cuidados x esos abuelos a los que apenas conocen debido al trabajo de su padre,alejándolos del entorno en el que han vivido siempre( familia materna,amigos,vecinos) sólo x que su padre toma una decisión unilateral??????
Felipe Mateo dice
Los hijos no son del padre o de la madre, son de los dos y tienen derecho a relacionarse con la familia materna y paterna, si no permitimos que se relacionen con una de las ramas familiares siempre tendremos el problema de que no se conocerán, por lo tanto cuanto antes se conozcan mejor. Saludos Rosa
Mar dice
Totalmente de acuerdo, y soy madre,muy triste el daño que muchas mujeres madres estan haciendo a sus ex,a los abuelos y lo peor, a sus propios hijos .Dicho esto tambien me pregunto cuantos de esos padres que se dicen perjudicados pidieron en el convenio regulador o en el contencioso,la custodia compartida o la custodia plena.Pelean mucho por lograr una pension lo mas baja posible pero pelean menos por pedir para ellos esa custodia o un rehimen de visita amplio.La gran malloria se conforma con fines de semanas alternos.Es decir,cada 15dias,y aunque su ex sea fkexible,ellos a rajatabla van a por los niños cada 15 dias.Hay de todo en la viña del señor,y no seria justo no reconocerlo.Muchas gracias por su labor de informacion y cordura que tanta falta nos hace Sr.Mateo.Un saludo.
Felipe Mateo dice
Sinceramente conozco muchos padres y pocos tienen que ver con la clase de padre que usted describe, la mayoría piden la compartida y algunos la exclusiva, imagino que los hombres que usted describe recurren a otro tipo de abogados. Saludos Mar
Jose Antonio Poyatos dice
Desgraciadamente habitual en nuestra sociedad. Moldean a los hijos a su antojo, y una vez alienados ya son ellos los que “eligen”, ya no es el padre o la madre (normalmente la madre, como bien dice en el artículo) quien tiene que esgrimir razones para que los hijos caigan de su lado, ya es su vasallo, su súbdito, su “miniyo” quien justifica, argumenta, defiende cualquier situación y circunstancia para seguir con tan injusta y maliciosa situación para toda la familia y para ellos mismos como hijos, como personas que el día de mañana formarán una familia, incluso hay casos en que la historia se repite.
Cabe el consuelo de la eximente para esos hijos por haber sido alienados sin ser conscientes de ello, pero al mismo tiempo es muy doloroso sufrir el daño que están acumulando día a día para algún día aflorar y tener que enfrentarse a él con todo lo que ello supone.
Alguno de ustedes se traga que los hijos antes del divorcio tengan una sana relación tanto con la familia materna como con la paterna y después rompan toda relación con una de las familias por decisión exclusivamente propia, cero relación con su padre/madre, abuelos, tíos, primos, amigos ??? Yo no me lo creo.
Cuanto daño infligido a los hijos…
De la lectura de este artículo y de muchos testimonios reales y, tristemente, muy actuales hoy en día, estoy seguro que podéis ayudar a alguien que esté pasando por esto, toda ayuda es poca. Lo comparto con la esperanza de ser de ayuda.
Saludos!!
Felipe Mateo dice
Poco más se puede añadir, gracias. Saludos José Antonio
Mercedes Loureiro Derungs dice
Estupenda descripción de una realidad,que por desgracia cada día es más frecuente.
Felipe Mateo dice
Gracias por su comentario. Saludos Mercedes
Jose Antonio Poyatos dice
Buen artículo, certero.
Gracias por tu labor!!
Felipe Mateo dice
De nada, me alegro de que te haya gustado el post. Saludos José Antonio
Juan dice
No se puede estar más acertado, excelente artículo. Me siento identificado con tan cruel situación, yo y toda mi familia. Y lo peor, mis hijas también victimas. Muchas gracias!!!
Felipe Mateo dice
De nada, gracias por su comentario. Siento mucho que haya tenido que vivir esa experiencia. Saludos Juan
Trinidad dice
No has podido describir mejor una situación judicial ni un sentimiento familiar. Muchas gracias y si me permites lo comparto
Felipe Mateo dice
Estimada Trinidad, muchas gracias por su comentario y por compartir -los contenidos que yo comparto, una vez publicados son de todos, por que cuanto más lejos lleguen mejor-. Saludos
Jorge Rentería Ayudante dice
Contundente y preciso Felipe Mateo,ojala llegue al sentir de todos aquellos que tiene q ver con tantas injusticias cometidas contra verdaderos Padres que aman con todo su corazón a sus hijos y que también luchan tan solo por que se les deje cumplir con su deber de ser padres.Que increíble e inaudita es la ironía de esta vida pero más lo será tal vez cuando como afirmas todos aquellos responsables de esta Sociedad deban ser juzgados por aquellos que hoy sufren inmisericorde sus efectos y consecuencias de tanta injusticia.
Felipe Mateo dice
Estimado Jorge, muchas gracias por su comentario. Saludos.