Vaya por delante que soy catalán y español, que estoy igual de orgulloso de lo uno y lo otro, y que amo profundamente mi tierra, Cataluña y España.
Soy consciente de que lo políticamente correcto es no hablar o escribir sobre política, religión u otros temas que pueden herir susceptibilidades, pero los que siguen este blog, saben que lo mío no es ser políticamente correcto.
Creo que uno de los muchos problemas que nos han llevado a todos a esta situación es que mientras una minoría ruidosa –solo hacen ruido, no aportan nada positivo– ha tomado la calle, una inmensa mayoría se ha mantenido silente, como si la cosa no fuera con ellos, pero la cosa va con ellos, va contigo, va conmigo y va con todos.
La independencia de Cataluña es cosa de todos, de los catalanes y de los españoles, de los que viven en Cataluña y de los que vivimos fuera, por eso ha llegado el momento de que la mayoría silenciosa, de la que formo parte, tomemos la palabra y la calle.
Cada uno en la medida de sus posibilidades, debe romper su silencio, porque en este caso el silencio mata, ha llegado el momento de decir ¡¡Basta Ya!! No hay excusas.
Nos han querido vender la idea de que existen dos bandos, el de los independentistas y el de los no independentistas, pero aquí no hay bandos, aquí hay un grupo que se ha situado al margen de la ley.
Cada uno es libre de tener las ideas que quiera, en España existe la libertad de pensamiento y la libertad de expresión –lamentablemente no pasa lo mismo en todos los sitios–, derechos reconocidos en el artículo 20 de la Constitución española, pero esos derechos solo se pueden defender de una manera, dentro de la más estricta legalidad.
Y así es como esa mayoría silenciosa de la que, insisto, yo también formo parte, tenemos que defender nuestras ideas, dentro de la más estricta legalidad, pero con contundencia; cada uno de la forma que quiera y pueda, unos colgando una bandera de España en su balcón –hay que reconocer que en este momento hacerlo en Cataluña tiene mérito–, otros asistiendo a la manifestación del «NO» que se celebrará mañana día 8 de octubre en Barcelona y otros, como es mi caso, usando los medios que tengan a su alcance como es este blog.
Todos podemos hacer algo, algo por la paz, porque si algo queremos todos es la paz, y el camino al que nos están llevando unos pocos, no nos va a llevar a la paz.
Puede que haya quien piense «que se independicen y nos dejen en paz», pero en este caso estarían pagando justos por pecadores, una mayoría, la silenciosa, los que no quieren la independencia, por una minoría que, como he dicho antes, solo hacen ruido y pretenden llevar Cataluña a la ruina.
Viajo con frecuencia a Cataluña y si algo tengo claro es que la mayoría no quiere la independencia, la mayoría, como tu y como yo, lo que quieren es la paz, tener un trabajo con el que poder sacar adelante a sus hijos, etc..
«No hay mal que por bien no venga», soy de los que piensan que de todo podemos sacar algo positivo, de esta situación son muchas las cosas positivas que se pueden sacar, entre ellas dos.
Por fin mucha gente se está quitando la careta –para bien y para mal–, por fin mucha gente está rompiendo su silencio, por fin mucha gente está saliendo a la calle ¡¡Ya era hora!!
La segunda cosa positiva que encuentro en esta situación es que parece despertarse en toda España un sentimiento patriótico, estos días son muchos los actos en los que veo a gente de distintas ideologías y creencias unidas por una misma cosa: España y su bandera ¡¡Ya era hora!!
Este post no estaría completo si desde aquí no se reconociera y agradeciera la ingrata labor que estos días están haciendo los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, en particular la Policía Nacional y la Guardia Civil, desplazados a Cataluña.
Desde aquí solo puedo decir una cosa a la Policía Nacional y a la Guardia Civil ¡¡Gracias!!
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DEMOCRACIA SÍ, PERO CON MATICES…
Después de casi 40 años de dictadura abrazamos todos la democracia; pero algo que está evidenciando esta crisis es lo que podríamos llamar los «fallos» de este sistema democrático.
Uno de los pilares de cualquier democracia es el respeto a la legalidad vigente, por eso no es de recibo que con dinero de todos los españoles se esté financiando a partidos que no respetan la ley, que la infringen.
Las leyes que tenemos en estos momentos son las leyes que desde que se instauro la democracia nuestros representantes –diputados y senadores– han ido aprobando a lo largo de las distintas legislaturas, diputados y senadores elegidos por todos, por eso no hay excusas para no cumplirlas, al que no le gusten lo que tiene que hacer, dentro de la estricta legalidad, es promover iniciativas para cambiarlas, pero, insisto, dentro de la más estricta legalidad.
Lo más llamativo es que dentro de esos diputados y senadores están incluidos los que dicen querer la independencia, que no quieren a España, que defienden la independencia, pero todos los meses se lleva más de 6.000 € como diputados, euros pagados con el dinero de todos los españoles.
Creo que en una democracia no se debería permitir esto, es decir, una regla sagrada debería ser el respeto a las leyes por parte de los partidos políticos y de sus miembros, no puede ser que con dinero de todos se financie a los que van contra todos, contra las instituciones, las leyes y los propios intereses de la mayoría.
En nuestras manos esta defender lo que es nuestro, la paz para todos y el futuro de nuestros hijos.
Si has llegado hasta aquí ¡¡Gracias!!
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Si no te ha gustado, compártelo entre tus enemigos.
Pero que todo el mundo sepa que hay una mayoría silenciosa que queremos una España unida y en paz.
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