Nuevamente traemos a esta sección una sentencia sobre pensiones también dictada por la Audiencia Provincial de La Coruña. Eso sí, tengo que decir que en este caso se ha impuesto –al menos en parte– el sentido común.
En este caso el que reclamaba la pensión era un «niño» de 37 años, ¡ahí es nada!, que demandó a sus padres porque se quedó en el paro y le empezaron a ir mal las cosas.
La «criatura» a los 20 años se independizó, y estuvo trabajando en el extranjero, pero a los 33 años volvió a España y, como no tenía trabajo, demandó a sus padres, y es más, pretendió que su padre le pagara todo lo que le correspondía en concepto de pensión de alimentos desde el año 1998 hasta el año 2010 –a pesar de haber estado trabajando durante ese periodo–, pretensiones todas ellas que le han sido desestimadas.
Pero lo preocupante, por eso he dicho que en este caso se ha impuesto el sentido común «en parte», es que la desestimación de sus pretensiones ha venido dada porque la Audiencia consideró que el «niño» tenía recursos suficientes para salir adelante, mientras que sus padres no.
Ante todo esto yo me pregunto: ¿qué habría pasado si sus padres hubieran tenido recursos suficientes? Sí, seguramente muchos de ustedes pensaran como yo, que sus padres probablemente estarían pagando una pensión de alimentos a un «crío» de 37 años.
Sinceramente me preocupa que, cada día con más frecuencia, se vean casos en que «niños y niñas» que, superando sobradamente la mayoría de edad y con plena capacidad para mantenerse, en vez de buscarse la vida, no solamente pretendan vivir a costa de sus padres, sino que además los demanden… Estimados lectores, ¿qué estamos haciendo mal?
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Más información en:
Isama Asprilla dice
Y sobre todo que ahora estamos en una sociedad donde se esta acostumbrando al hijo/hija perezosos utilizando frases como » No quiero que mi hijo/hija viva lo que yo viví» cuando esa experiencia es la que permite crear hijos/hijas responsables dentro de la sociedad…… En cambio se están criando facilistas y asi llevarlos a cometer crímenes
Olga dice
PUES LO QUE HACEMOS MAL ES:
DAR A NUESTROS HIJOS TODO LO QUE EL SUELDO NOS PERMITE SIN QUE LOS HIJOS SE TENGAN QUE ESFORZAR PARA CONSEGUIRLO.
NO PONERLES METAS MÍNIMAS.
PERMITIRLES FALTAS DE RESPETO.
SUCUMBIR A SUS LÁGRIMAS Y PATALETAS INFANTILES, ADOLESCENTES Y/O ADULTAS Y ASÍ UN LARGO ETC..
TENDRÍAS QUE HACER OTRO BLOG SOLO PARA TRATAR ESTE PROBLEMA FAMILIAR, PORQUE ESTO ES LO QUE SE VE PÚBLICAMENTE LO QUE NO SE VE ES MUCHO MÁS. Y TRISTEMENTE ES A CONSECUENCIA DE UN AMOR MAL ENTENDIDO HACIA NUESTROS HIJOS.
TENEMOS QUE APRENDER QUE LAS COSAS QUE MÁS VALOR TIENEN SON LAS QUE MAS SACRIFICIOS CUESTA CONSEGUIR.
SI NADA CUESTA, NADA VALE
Felipe Mateo dice
Muchísimas gracias por tu comentario Olga.
Sinceramente, yo no lo hubiera dicho mejor.
Saludos y gracias por leerme.