Una de las muchas cosas que ha evidenciado el caso de Juana Rivas, del que les hablé en el post «¡Juana Rivas, Gracias!», es que hoy en día la profesión de juez se está convirtiendo en una profesión de riesgo, y la labor de administrar justicia en un acto heroico, por eso en este momento a los jueces, más que pedirles que sean justos, se hace necesario pedirles que sean valientes.
Dicho lo cual, con la venia de Sus Señorías, tengo que decir que con algunos de ustedes me gustaría tomar un café y poder comentar algunas cuestiones que, cuando menos, creo que deberían cambiar lo antes posible en sus Juzgados. Aprovechando este espacio y dado que, de momento, intuyo que realmente no vamos a poder tomar ese café, lo tomaremos virtualmente.
Les confieso que a la hora de escribir este post lo que más dudas me ha generado ha sido el título. Si digo que «abran los ojos» es porque considero que hay muchas cosas que no ven, ya que si las vieran, seguramente actuarían -no me cabe ninguna duda-. Y si digo que «sean valientes» es porque comprendo que, aunque es mucho el poder que ustedes tienen, son muchas las presiones a las que se encuentran sometidos y tomar determinadas decisiones tiene consecuencias. Pero si un Juez no toma decisiones o, lo que es peor, toma determinadas decisiones por miedo, ¿de qué le sirve tener poder?
Son muchos los temas que considero que tienen que empezar a cambiar en sus Juzgados pero, de momento, no quiero abrumarles. Así pues, si Sus Señorías me lo permiten, hoy me centraré en tres cuestiones sobre las que, en mi opinión, hay que actuar sin más demora:
1.- No hay que fijarse en los genitales de las personas a la hora de juzgar. En teoría todos somos iguales ante la ley, pues en la práctica que así sea.
2.- Con las denuncias falsas hay que tener tolerancia cero.
3.- Con los peritos mentirosos hay que tener tolerancia cero.
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NO HAY QUE FIJARSE EN LOS «GENITALES» DE LAS PERSONAS A LA HORA DE JUZGAR
Si en teoría todos somos iguales ante la ley, pues que en la práctica así sea. Soy consciente de que vivimos en sociedad, y que ustedes son parte de ella, por lo tanto determinados tópicos que han calado en nuestra sociedad, inevitablemente, también han calado en ustedes, pero eso no me sirve de excusa.
La primera cuestión que les planteo en este café virtual es que cuando se les plantee un asunto les ruego que no se fijen en los genitales de las partes –demandante y demandado–, es decir, en si delante tienen un hombre o una mujer, y piensen solo que tienen delante a dos personas y que lo que ustedes tienen que hacer es aplicar la ley de la forma más justa posible. Aplicar la ley de forma justa implica hacerlo sin discriminación alguna.
Hoy en día, estoy seguro de que no se han dado cuenta, porque si se hubieran dado cuenta esto ya estaría solucionado, en los Juzgados de Familia –ya no digo nada en los Juzgados de Violencia sobre la Mujer–, hombres y mujeres no son iguales ante la ley, o al menos la ley no se aplica de igual forma a unos y otros. Es más, cuando acudes a un Juzgado de Familia defendiendo los intereses de la mujer ya sabes que tienes medio juicio ganado –no digo nada cuando acudes a un Juzgado de Violencia sobre la Mujer–.
Miren Señorías, por ponerles un ejemplo concreto hablaremos del tema de moda en este momento, la guarda y custodia de los hijos. No me voy a engañar a mí mismo y mucho menos a ustedes. Soy consciente de que hay padres que piden la custodia compartida de sus hijos para así dejar de pagar pensiones de alimentos, poder vender el piso, etc., pero no todos, ni mucho menos. Igualmente soy consciente de que puede haber padres que pidan la guarda y custodia exclusiva de sus hijos por «incordiar» a su ex pareja, pero también son una minoría.
En esta sociedad está muy arraigada la idea de que una mujer que lucha por sus hijos es una «madre coraje», mientras que un hombre que lucha por sus hijos es un «… que le quiere quitar los hijos a la madre». Obviamente, aunque ustedes son parte de la sociedad, no pueden tener esa idea.
La realidad es que hay hombres que son unos apasionados de sus hijos, con unos niveles de entrega iguales o superiores a los de cualquier mujer, y que si piden la guarda y custodia de sus hijos –sea exclusiva o compartida– es porque realmente lo desean y porque ya antes de divorciarse se han entregado e implicado en la educación y crianza de sus hijos, e incluso porque algunas progenitoras –que no madres– no están capacitadas para tener la custodia de un menor.
Ustedes Señorías, como les decía, están para aplicar la ley de la forma más justa posible –hay quien piensa que están para hacer justicia, pero ya sabemos que su obligación es aplicar las leyes, que a veces ya de por sí son injustas, por lo que poca justicia pueden hacer–. Ustedes no están para proteger a nadie en particular –en todo caso a los menores–. Las mujeres, dado que son iguales a los hombres –jurídicamente hablando– no necesitan una protección especial o adicional, bastando la que se debe dar a todo ciudadano, que se reduce a la tutela judicial efectiva contenida en el artículo 24.1 de la Constitución Española.
Por eso, cuando un padre pide la guarda custodia compartida o exclusiva deberían profundizar en las razones de por qué ese hombre está pidiendo esa custodia –les garantizo que si lo hicieran se llevarían muchas sorpresas–. Deberían -olvidándose de los genitales de uno y otro- valorar quién reúne las mejores aptitudes y actitudes, si el padre o la madre, –por ejemplo, una progenitora (que no madre) que pide que se hagan cargo de su hija los Servicios Sociales no puede tener la custodia ni tan siquiera compartida, y esto es una realidad que he tenido la desgracia de presenciar en dos ocasiones en lo que va de año y ante la cual yo me pregunto, ¿qué se puede esperar de esa progenitora?–.
Igualmente, Señorías, considero que en todo procedimiento en que se tenga que decidir sobre la custodia de un menor deberían ver a los menores, no delegar tanto en peritos y gabinetes psicosociales, que están para informar, asesorar, pero a veces se pueden equivocar o simplemente mentir –como vimos en el artículo sobre los «Peritos mentirosos (I): un mal a erradicar de los juzgados de familia»–. Un principio básico en nuestro derecho procesal es el de inmediación, ¿por qué no se aplica en relación con los menores? ¿Cómo se puede decidir sobre el futuro de un menor sin tan siquiera molestarse en conocerlo, sin saber qué piensa, qué siente, qué dice, qué quiere? Sinceramente, dicho sea con los debidos respetos, esto no puede seguir así. En todo proceso de familia el protagonista debe ser el menor, resultando incomprensible que se pueda dictar sentencia sin tan siquiera conocer a este menor.
De verdad Señorías, tengo el convencimiento de que cuando un padre pide la custodia de sus hijos –sea exclusiva o compartida– lo hace por amor a ellos. Quizás no se hayan dado cuenta ustedes, pero «lo cómodo» para un hombre es que la guarda y custodia de los hijos la tengan las madres, de forma que, con dedicar un fin de semana de cada dos a los hijos y alguna tarde entre semana ya han cumplido, dándole así más tiempo para dedicarse a su vida profesional, social, aficiones… Por lo tanto, el mero hecho de que un hombre desee implicarse en la crianza de sus hijos, debería ser valorado de forma más positiva de lo que se hace hasta ahora.
Por todo ello, con todos los respetos les digo Señorías, abran los ojos y sean valientes, no tengan miedo a darle la custodia –exclusiva o compartida– a un padre y, sobre todo, escuchen a los niños, que lamentablemente deberían ser los protagonistas en la Jurisdicción de Familia y, sin embargo, no se les presta ninguna atención.
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CON LAS DENUNCIAS FALSAS HAY QUE TENER TOLERANCIA CERO
Este espacio virtual empezó su andadura el día 9 de abril de 2014 y de los posts publicados, el titulado «Las denuncias falsas por violencia de género, ¿mito o realidad?» ha sido el más leído por encima de cualquier otro. Esto evidencia que esta es una cuestión que suscita mucho interés, quizás porque es una realidad que cada día afecta a más personas –en este caso, hombres–.
Mi impresión es que, en relación con las denuncias falsas, los Juzgados son muy tolerantes, cuando la tolerancia tendría que ser cero. En el post «Las denuncias falsas por violencia de género, ¿mito o realidad?» contaba dos casos reales en los que a las denunciantes no les ocurrió absolutamente nada. Es más, muchas veces se les «protege» decretando el sobreseimiento provisional cuando lo que se tendría que decretar es el sobreseimiento libre.
Actualmente defiendo a un padre que ha sido objeto –aunque más bien tendría que decir víctima– de 31 denuncias por parte de su ex pareja, ¿quieren saber cuántas han prosperado? Ninguna. La mayoría han sido archivadas sin llegar a juicio y en las que han llegado a juicio se ha dictado sentencia absolutoria. ¿Le ha ocurrido algo a la madre? Nada, absolutamente nada. Es más, a día de hoy tiene la guarda y custodia del hijo menor, es decir, poner 31 denuncias falsas ha tenido su recompensa.
Respecto a la tolerancia que muestran los Juzgados con las denuncias falsas, solo cabe pensar que se toleran porque sí –cosa que no creo– o porque simple y llanamente Sus Señorías no se dan cuenta del gran número de denuncias falsas que se tramitan en sus Juzgados. Esto me parece lo más probable, porque si tenemos en cuenta lo dicho por el Consejo General del Poder Judicial, máximo órgano de representación de los jueces, en España el número de denuncias falsas por violencia de género asciende a 20 anuales de media lo que aproximadamente representa el 0,015 % del total de denuncias presentadas al año por violencia de género –según datos de la Fiscalía General del Estado, basándose en los datos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial–.
Lamentablemente, las estadísticas oficiales no resisten un análisis riguroso. Ningún profesional del derecho ni de los Cuerpos de Seguridad del Estado –Policía o Guardia Civil– puede compartir esos datos y, de hecho, son muchos los que se han significado y han denunciado esta lacerante realidad. Entre ustedes, los Jueces, destacaría el caso de la Ilmo. Magistrado Juez D.ª María Sanahuja Buenaventura, que ya desde el año 2004 viene denunciando una realidad que muchos no ven o no quieren ver, y que en el año 2008 escribió un interesante artículo sobre «Las denuncias falsas» denunciando una realidad que informes y estadísticas pretenden silenciar.
No soy el único que piensa que las denuncias falsas existen. Igualmente no soy el único que dice que las denuncias falsas existen, la diferencia es que son muchos los que lo dicen en privado y pocos los que nos atrevemos a decirlo en público, pero ante esta situación hay que dar un paso adelante y actuar.
Un indicador que, al menos a mí, me hace sospechar sobre si una denuncia es falsa o no, es que hay un alto porcentaje de denuncias que se presentan una vez iniciados los trámites de divorcio. ¡Qué casualidad!
Quizás alguien se pregunte, ¿cómo se concreta ese «abran los ojos y sean valientes»? Pues actuando. Cuando haya indicios de que una denuncia tramitada en su Juzgado es falsa, Señoría, no decrete el sobreseimiento provisional sino el sobreseimiento libre. Pero es más, a continuación libre testimonio y dé traslado al Juzgado de Guardia para que se investigue si estamos ante una denuncia falsa o no.
Tengan en cuenta, Señorías, que la obligación de denunciar los delitos de los que se tenga conocimiento incumbe a todos –incluidos los jueces–. En este sentido, especial mención merece el artículo 259 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que establece que «El que presenciare la perpetración de cualquier delito público está obligado a ponerlo inmediatamente en conocimiento del Juez de instrucción, de paz, comarcal o municipal, o funcionario fiscal más próximo al sitio en que se hallare, …», así como el artículo 262 del mismo texto legal, en su primer inciso, establece que «Los que por razón de sus cargos, profesiones u oficios tuvieren noticia de algún delito público, estarán obligados a denunciarlo inmediatamente al Ministerio Fiscal, al Tribunal competente, al Juez de instrucción y, en su defecto, al municipal o al funcionario de policía más próximo al sitio, si se tratare de un delito flagrante». Por lo tanto, dicho sea nuevamente con los debidos respetos, ACTÚEN.
Sinceramente, tengo el convencimiento de que con estas dos cosas que se hicieran –decretar sobreseimientos libres y librar testimonio de presuntas denuncias falsas– el número de denuncias presentadas por violencia de género descendería significativamente. Lo que no puede ser es que cale en la sociedad en general, y en las mujeres en particular, que poner una denuncia falsa no tiene consecuencias, que en el peor de los casos la archivan y nada más, y que la mejor forma de conseguir determinados beneficios en un divorcio es poniendo una denuncia falsa. Que esto cambie depende de todos, pero de quien más, de ustedes Señorías.
Créanme Señorías, muchos hombres víctimas de estas denuncias falsas, después de pasar por una experiencia tan traumática –con detención incluida y noche en los calabozos– no les quedan ni ganas de denunciar esa «falsa denuncia», mientras que otros que lo harían no tienen recursos económicos para hacerlo, por eso, su actuación es tan importante como necesaria si queremos terminar con esta lacra.
Si esto no se detiene YA, vamos por mal camino. Hoy en día las «falsas» denuncias por violencia de género se está observando que muchas veces «no dan los resultados deseados» –según algunos informes el 40 % se archivan, y en algunos Juzgados de Violencia Sobre la Mujer el 70 %, 80 % e incluso 90 %–, lo que está produciendo que veamos cada día más denuncias «falsas» por abusos sexuales a menores. ¿Qué será lo próximo que se denunciará? No lo sabemos, pero esperemos que se tomen medidas antes y no tengamos que saberlo nunca.
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CON LOS PERITOS MENTIROSOS HAY QUE TENER TOLERANCIA CERO
Por último, Señorías, en este primer café virtual, me gustaría tratar brevemente el tema de los peritos mentirosos, de los peritos mendaces. Soy consciente de que ni ustedes ni yo somos psicólogos o psiquiatras y que, sobre todo ustedes, para tomar determinadas decisiones necesitan del asesoramiento de dichos profesionales. Pero visto lo visto, no se puede delegar totalmente en ellos. Tal como decía al tratar la primera cuestión de este café virtual, se hace necesario que ustedes vean a los menores y saquen sus propias conclusiones.
Que hay peritos que por incompetencia manifiesta o, peor aún, mala fe, en vez de ser una ayuda son un obstáculo, es una realidad. Baste de muestra los casos relatados en el post «Peritos mentirosos (I): un mal a erradicar de nuestros Juzgados» publicado en este mismo espacio.
Lo más lamentable de ello es que dichos peritos, los mentirosos, campen a sus anchas por los Juzgados y nadie les pare los pies. Y es penoso porque las consecuencias que su actuación puede tener son irreparables. Sirva de ejemplo el expuesto en el mencionado artículo, en el que una perito psicóloga llegó a solicitar que de una menor se hicieran cargo los Servicios Sociales sin motivo alguno para ello, pudiendo comprobarse que había mentido a raíz de una valoración posterior hecha por el Instituto de Medicina Legal de Aragón –IMLA–.
Ustedes, los jueces, no me cabe duda que con el paso del tiempo acaban sabiendo de qué pie cojea cada profesional. Pues bien, igual que hay buenos y malos abogados, hay buenos y malos peritos, por ello, se lo digo una vez más con todos los respetos, abran los ojos y sean valientes. Si ustedes observan que un perito en un informe valora a un padre, madre o menor sin haberlo visto, no se conformen con no tener en cuenta ese informe, deduzcan testimonio y den traslado al Juzgado de Guardia. Si ven que un perito ha mentido gravemente –una cosa es equivocarse y otra mentir– deduzcan testimonio y den traslado al Juzgado de Guardia. Y en todos los casos informen a los colegios profesionales correspondientes y, sobre todo, no les permitan actuar en sus Juzgados.
Simplemente con que adoptaran esas medidas, tengo el convencimiento que determinados peritos que parecen tomarse muy a la ligera su trabajo cambiarían de actitud o, al menos, dejarían de intervenir y perjudicar en los procedimientos de familia, donde el daño que pueden causar es irreparable.
Al igual que en el caso de las denuncias falsas, muchas víctimas de estos peritos mentirosos no pueden permitirse actuar contra ellos, unas veces por miedo y otras por falta de medios económicos. Por eso, que sean ustedes quienes actúen es vital, es más, en los colegios profesionales tengo la seguridad que si la denuncia o queja llega de Sus Señorías se la tomarán más en serio.
Mientras estos peritos «mentirosos» campen a sus anchas por sus Juzgados Señorías, difícilmente podrán hacer ustedes justicia. Podrán dictar sentencias, pero sentencias basadas en informes falsos es imposible que sean justas.
Está bien que la «Dama de la Justicia» se represente con los ojos vendados, pero los profesionales del derecho –entre los cuales ustedes, los Jueces, son los primeros y más importantes–, no pueden tener los ojos vendados ni cerrados. Por eso, con todo el respeto, les digo una vez más que «abran los ojos y sean valientes».
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Más información en:
Llorenç dice
Muchisimas gracias por escribir este articulo, pues sin duda, es imprescindible que se les diga a los jueces colaboradores y responsables de las injusticias cual es el daño que causan y como dejar de causarlo. Otra cosa es que estas sean personas con suficiente conciencia para escuchar y asumir su responsabilidad, y con suficiente valentía para no dejarse arrastrar por las presiones que reciben. En ese sentido, creo que no se puede dejar de tener en cuenta ese factor y que tan necesario como aludir a las personas humanas que hay detrás de cada juez, es desenmascarar el origen de esas múltiples presiones, que según tengo entendido, entre otras , son ejercidas por el propio CGPJ a través de circulares con recomendaciones sobre las formas en que los jueces deben abordar estos temas concretos. Creo que es ya bien sabido por algunos, aunque no por todos, las presiones que han recibido los jueces valientes, amenazas y represalias sufridas. Casos muy dignos como la Sra. Sanahuja o el Sr. Serrano, y algunos otros que se han usado como escarmiento y advertimiento a los jueces para que no molesten demasiado en la propagación de la ideología que se está implantando en la sociedad y como vemos, a través de los propios juzgados. Sin duda los jueces y los funcionarios son personas y se utilizan como canales o instrumentos para poder poner en practica e implantar en la sociedad la ideología que fomenta la injusticia y la desigualdad. Sin lugar a dudas es muy importante invocar a sus consciencias, pero mientras existan lobbies u organismos que ejerzan una presión efectiva sobre ellos en ese sentido, y no se contemple las verdaderas causas de tanto despropósito judicial, no se estará abordando la cuestión que subyace en el fondo y no se resolverá totalmente esta gravísima situación.
Felipe Mateo dice
Estimado Llorenç, el problema es que los jueces también son humanos -lo cual debería de ser una ventaja-, y muchos no le quepa duda tienen miedo, solo hay que ver las presiones que han sufrido los jueces que han intervenido en el caso de Juana Rivas -mediáticas y políticas-. Saludos y gracias por su comentario
David dice
Sr. Mateo, me encanta leerle y escucharle y me reconforta saber que muchísimos pensamientos que he tenido en los últimos meses con respecto a esta temática, de la cual estoy suficientemente empapado como afectado, no eran tan desviados de la realidad como pensaba, no como la realidad me quería hacer ver. Parece que no todo el mundo se ha vuelto loco y sobrevive un poco de sentido común sobre el lodo de la injusticia y la ideología rancia actual. Para mi la clave, hoy en día, y desde el principio, para cambiar, ajustar o derogar este despropósito de LIVG y sus efectos colaterales, bárbaros, dramáticos, pasa, como bien apunta, por la denuncia valiente de los gremios que tienen contacto directo con las denuncias falsas, la inmensa mayoría de ellas como ya se sabe, por más que el CGPJ nos cuente su increíble fábula: abogados, peritos (qué mejores profesionales dotados de estudios y medios para averiguar los delirios de una interesada que hace mal uso de una herramienta legal… pero poderoso caballero Don Dinero), fiscales, jueces y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Qué fuerza se esconde detrás de todo este entramado para qué todos aquellos que pueden y deben hacerlo, se acobarden de este modo y no lo hagan?? La pregunta es retórica, sé qué hay detrás, mucho dinero, muchos intereses, pero me asusta pensar que en la Europa actual tienen cabida todavía ciertos totalitarismos que campan a sus anchas, con lo que ya cuenta la historia, nuestra historia, con lo que ha llovido.
Gracias por su valentía, por la valentía de exponerse y hablar, y hablar bien y claro, y por su valentía de pedir valentía a quien debiera tenerla sin temblarle el pulso: los jueces. Aunque sólo fuera, fíjese, egoístamente por el tiempo que les roba y lo que condicionan el día a día de los Juzgados. Si bien debería ser, simplemente, porque debiera ser su obligación. A veces alguien debe salir a la palestra para que el resto se anime; es la diferencia entre los valientes como Vd., de los que vamos muy muy justitos en este país, y a las pruebas me remito, y son muy necesarios, y el resto de la masa aborregada e interesada (con todos los dramas que se están viviendo a diario prevalece su propio interés ignorando que el día de mañana le puede venir de vuelta directa o indirectamente) con sus títulos y todo, títulos y códigos deontológicos que pisan y desprestigian sin vergüenza ninguna. Vaya país de miserables y corruptos de arriba a abajo. Con alguna salvedad. GRACIAS, de nuevo, de corazón!
David
Felipe Mateo dice
Estimado David, muchas gracias por su comentario; muy interesante su pregunta -aunque sea retórica-, yo todavía no se porque hay tanto miedo, tanto cobarde y tanto servil. Sinceramente es una pena que por decir lo que pienso me tilde de valiente -gracias-, cuando decir lo que uno piensa debería ser lo normal, sobre todo teniendo en cuenta que vivimos en democracia y que un derecho constitucionalmente reconocido es el derecho a la libertad de expresión. Saludos
Carlos Lezaun dice
Da gusto «engancharse» a un blog en el que se pueden leer opiniones que muchos otros en su profesión, no expresan. Y que son verdades como templos. Es curioso que, muchos de los que, en su día nos hemos separado de la madre de nuestros hijos,( en mi caso, solo uno), no habíamos pisado un juzgado hasta ese mismo momento. Y dieciocho años y muchos juicios innecesarios después, hasta le cogemos el gusto a esto del derecho de familia. Y nos informamos, y participamos en foros, o intentamos ayudarnos unos a otros. Cierto es que los jueces se limitan a aplicar la ley, y que esta no es siempre, todo lo justa que debiera ser. Y que no se sigue adelante ante la evidencia de una denuncia falsa, a veces por falta de recursos, y otras, por no gastar mas de los mismos, en causas que sabes de antemano, que tiene poco futuro. Lo digo porque supongo,(espero corrección si no es así), que si una progenitora pierde un juicio por violencia de género, en el que es la demandante. Es decir, no se demuestran los hechos denunciados, el demandado tendría derecho a replicar demandando por difamación. Pero casi nadie lo hace. Por dos razones. La primera por no gastar mas dinero y la segunda porque no cree que vaya a servir, siquiera de escarmiento a la parte contraria.
Yo mismo, me he visto en esa tesitura en un par de ocasiones. Y no lo hice. La justicia no es barata, y mucho menos cómoda. Altera la rutina de personas que solo queremos vivir en paz y no pedimos mucho mas. Por ello, los juzgados, como los hospitales, cuanto mas lejos mejor.
Pero si quisiera añadir un punto mas a tus reflexiones. Y es, el enorme gasto que supone a las empresas, el tiempo que esas progenitoras hacen perder a los padres de sus hijos, acudiendo a multitud de citaciones para declarar, juicios y otros actos relativos a esos asuntos. A mi, como empleado, me fastidiaba mucho, cada vez que tenía que abandonar mi puesto de trabajo para acudir al juzgado. Aunque ese tiempo no me suponía ninguna rebaja en nómina, si me hacía pensar: » Otra vez a perder tiempo». y sin olvidar el daño a la imagen personal que causan esas denuncias. Ninguno de estos aspectos son tenidos en cuenta para resarcir tanto a las empresas como a los falsamente denunciados. Saludos.
Felipe Mateo dice
Estimado Carlos, gracias por su comentario, me alegro de que le guste el blog; efectivamente, los perjudicados por una denuncia falsa son muchos, no solo el denunciado, también las empresas y la propia administración de justicia, pero si el denunciado no hace algo por que se castigue esa conducta, nadie lo va a hacer. Saludos.
Ramón Piñeiro González dice
Buen artículo. En la parte que me toca, la de los peritos, en efecto…hay buenos y malos peritos (como en toda profesión), pero también hay informes que, de manera clara, se ve cierta magia de las cuales nos damos cuenta otros peritos, pero no los abogados y mucho menos los clientes, malinterpretando en muchas ocasiones algo que realmente es correcto.
Y ahora, en la parte que os toca a los abogados, decir dos cosas:
1) He propuesto, a través de otro abogado, al Colegio Profesional de Abogados una formación gratuita dirigida al colectivo para que sepan las bases de un peritaje, las buenas y malas prácticas profesionales, los instrumentos usados y los que no se pueden usar, las metodologías dependiendo para el caso que sea, etc…. para que puedan detectar aunque sea minimamente errores de metodología, instrumentos más usados, fallos cometidos usuales, etc…Y el conocimiento que tienen normalmente los abogados es escasísimo en esta materia, presenciando en ocasiones como se las colaban en juicios. Resultado: aun no se nada del colegio de abogados.
2) Propongan Uds, abogados, a sus clientes análisis de informes (contrainformes) a otros peritos, asesoramiento a psicólogos para que puedan Uds defender de manera correcta a sus clientes. En un contrainforme se pone de manifiesto cualquier error metodológico que llega a conclusiones erroneas y que rapidamente invalidan un informe pericial. Sois pocos los abogados que recurrís a este servicio de asesoramiento…..Porque abogados los hay de todos los tipos, también los que no quieren admitir desconocimiento de algún tema. A los que los hacemos no nos miran muy bien otros compañeros, pero nos ampara el código deontológico (sana crítica científica) y la LEC (además del sentido de la justicia, la ética y la moral).
Felipe Mateo dice
Estimado Ramón, muchísimas gracias por tu comentario; me parece muy buena tu propuesta, una pena que al Colegio que se la has propuesto no le haya parecido así. Por mi parte ya sabes que mi equipo es multidisciplinar y que, por supuesto, cuento con psicólogos para preparar las pruebas y contrainformar. Saludos.
Miguel Angel Rosales dice
He visto bastantes denuncias presentadas por madres por amenazas leves o por vejaciones o injurias, sin prueba alguna, justo después de que el padre pida un régimen de custodia compartida. Y no pasa nada. Bueno sí, que la competencia la asume el Juzgado de Violencia sobre la Mujer, y se priva de la custodia compartida al denunciado. Es de vergüenza.
Felipe Mateo dice
Estimado Miguel Angel, lamentablemente coincidimos en esas «visiones», una realidad extendida a lo largo y ancho de España. Saludos compañero.
javier diaz dice
buen articulo , yo añado un dato para la reflexión, SOLO EL 8 POR CIENTO DE LAS DENUNCIAS DE VIOLENCIA DE GENERO VA ACOMPAÑADA DE UN PARTE DE LESIONES,EL PROBLEMA ES LA LEY QUE VIOLA DERECHOS HUMANOS, HAY QUE DEROGARLA, el problema no son sólo las falsas, sino las verdaderas, ya que el listón del maltrato está muy bajo, y puedes salir condenado COMO MALTRATADOR DE VIOLENCIA DE GENERO POR SOLTAR UNA VENTOSIDAD, O DECIRLE A TU MUJER EN UN WHATSSAP QUE SE VAYA A LA MIERDA, hay condenas en este sentido, y ahora yo pregunto ¿ que abogado se compromete a llevar esta ley a los tribunales de derechos humanos… al parlamento europeo.. se podria hacer una cuestación por parte de los afectados.
LO DE FIJARSE EN LOS GENITALES, ASI ES, LEAN ESTA NOTICIA
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/galicia/2016/12/11/roberto-barba-alvedro-hombre-diga-mujer-vale-violencia/0003_201612G11P12995.htm
Felipe Mateo dice
Estimado Javier, gracias por su comentario. Saludos
Edgardo Milessi dice
gracias por el cafe compatido
( o un vaso de chocolatada compartida con nuetros niños imaginando …hacer mas y mejor junto a ellos)
pero con un cafe se me ocurre ….un jusgado de familia con funcionarios capacitados y sensibles que puedan detectar y regular la discapicidad emocional de funcionarios en funciones …ya sabemos los niños no son cosas .
saludos
Felipe Mateo dice
Estimado Edgardo, gracias por su comentario, lo cierto que su propuesta me parece bastante acertada, no solo hacen falta jueces valientes sino funcionarios que se den cuenta de que trabajan con algo más que «papeles». Saludos
Álvar Hernández Baz dice
Precioso artículo como siempre acertado Felipe.
Felipe Mateo dice
Estimado Álvar, muchas gracias por su comentario. Saludos
Jorge RenteriaAyudante dice
Mi mas sincero agradecimiento Mateo por todos tus escritos los cuales me ilustran en este campo,me refiero a la vertiente legal sobre estos temas cada dia ma y mas vigentes,agradezco por que ademas me permiten enriquecer los argumentos para aplicar en el caso de demandas pendientes,incluyendo las quejas a los magistrados que han venido injustificadamente prolongano sin justificar la sentenia sobre mis demandas,como que a los dos dias de puesta mi queja ante el organismo supervisor de la evaluacion de los jueces(OCMA,en mi pais) se halla iniciado la investigacion la jueza que venía llevando mi caso,en fin mucho que contar,solo quisiera aqui expresarte mi agradecimiento por tus aportes los cuales valoro muy sinceramente y me sirven de material para poder alcanzar a mi abogado patrocinador en las demandas pendientes e Amparo Y denuncia penal Por infamia y denuncia falsas.
Felipe Mateo dice
Estimado Jorge:
Muchas gracias por tus palabras, sinceramente la mayor satisfacción que me aporta este espacio es saber que es útil para muchas personas; lo que ya no me podía imaginar es que fuera útil para personas que, como tu, estáis al otro lado del «charco».
Saludos y gracias por leerme
jose dice
En primer lugar felicitarle por alzar la voz contra el «infanticidio» que se está llevando a cabo en este país. Es muy preocupante observar como las instituciones, y los responsables de ellas, dan la espalda a tantos cientos de miles de niños a los que en vida, se les está robando su niñez incluso su propio bienestar. Sin entrar en detalles concretos del padecimiento de mis hijos, con denuncias falsas incluidas, y de la repercusión que por mi profesión (policía) está teniendo sobre mí mismo, me rasga las entrañas ver como un niño con 10 años muestra más cordura que nuestros poderes públicos cuando con esa edad llega a las mismas conclusiones que usted cuando me pregunta «papá, por qué un juez manda sobre mi vida sin preguntarme cómo quiero vivir?».
Sí algún responsable de esos poderes públicos llegase a ver la cara de un niño, y su sufrimiento, cuando hace ese tipo de preguntas, quizás se les cayese la cara de vergüenza por fomentar, mantener y encubrir el «infanticidio» que de forma silenciosa se está perpetrando en este «nuestro país» y del que cientos de miles de niños están siendo víctimas.
Felipe Mateo dice
Estimado José:
Muchas gracias por su comentario.
Saludos
Jesús dice
El artículo es muy bueno, refleja una gran parte de la realidad, realidad que a todas luces Sus Señorías NO quieren ver.
» Sean valientes » ? No, no lo son, ni lo quieren ser, ni lo van a ser hasta que la misma situación se vuelva tan insostenible, tensa y peligrosa, que no tengan más salida que la de tomar alguna decisión importante en este asunto. Cosa que hasta ahora, y a pesar de la gravedad de esta situación a día de hoy, no están haciendo. Lo único que hasta ahora están haciendo es mirar hacia otro lado, ponerse de perfil ante la injusticia tan flagrante que ellos y sólo ellos están llevando a cabo. Hasta tal punto que cualquier mínima decencia haría tambalear el altísimo pedestal en el que están subidos, los principios en los cuales se basan para administrar » su justicia particular » y la honorabilidad de los informes en los cuales se basan para llevar a cabo una de las mas ignominiosas injusticias hacia la persona humana, como es el anular por completo a una persona por razones de género y ensalzar por completo a otra por la misma razón. Les va de maravilla, sin complicaciones, actuando por sistema, por mecánica, y llevando a cabo con total y absoluta desvergüenza, deshonor y falta de principios.
Algunos jueces alzan una tímida voz a este respecto, si. Algunos letrados alzan una tímida voz a este respecto, si. Algunos hombres alzamos una tímida voz a este respecto, si. Algunas mujeres alzan una tímida voz a este respecto, si. Cual es el resultado ? Cual es la decisión del común de los jueces a todo este sangrante asunto ? Con la más absoluta desfachatez, NADA.
Y para ya acabar, dado que creo que mi opinión particular a este respecto ha quedado clara, diré lo que siempre digo cada vez que escribo algo sobre este asunto. Si estos son los jueces que han de impartir justicia para con los hombres… Que Dios nos asista.
Y esto es lo que yo, particularmente, creo.
Gracias
Felipe Mateo dice
Estimado Jesús:
De su comentario me quedo con una cosa: cada días somos más los que alzamos la voz -incluidos jueces y abogados-, aunque sea tímidamente y, aunque otros -los de siempre-, quieran pasarnos factura por ello.
Saludos y gracias por su comentario
Aitor dice
Buenisimo, sin mas
Felipe Mateo dice
Estimado Aitor:
Muchas gracias por su comentario.
Saludos